Por fin anoche me dí un tiempo para ver la película Quisiera ser millonario (Slumpdog millionaire) y fue tan buena como me la había imaginado. Una especie de fábula moderna con historia de amor, pero tan bien realizada que se aparta de los lugares comunes en este tipo de historias. La historia de este perro de barriada es además un dejo de esperanza en la que la mayoría quiere creer en medio de una crisis global.
Jamal y Latika pasan a formar parte de mi galería de personajes entrañables.
Para quienes todavía no la hayan visto, pueden irla anotando entre sus prioridades.
lunes, 29 de junio de 2009
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